Al final se le hizo fácil a Blooming en el Tahuichi

Blooming derrotó a Petrolero (3-0) en una noche de nervios y ansiedad, hecha a la altura de los argentinos Hugo Bargas, Matías Manzano y Sergio Almirón, autores de los goles con los cuales la academia pasó al cuarto lugar en la tabla del torneo Clausura de la Liga, en el inicio de la fecha 16.

Antes del 1-0, anotado por Bargas a los 18' tras un error de Jesús Flores en la salida, Blooming ya había llegado en dos ocasiones al arco rival. Bargas, a los 2', y Minadevino, a los 12', daban la impresión de que el partido se inclinaría fácil a favor del local.

Después del primer gol la academia cayó en un mar de imprecisiones, como lo admitió Joselito Vaca al final, despertando la preocupación del hincha que esperaba más ante un rival que, sin tener grandes figuras, se paró bien, respetó su libreto y empujó al rival a cometer errores.

Blooming generó llegadas con peligro sobre el arco de Jorge Flores, pero se equivocó en la definición. Faltó claridad y tranquilidad, sobre todo. Vaca y Villarroel empujaron al equipo desde la zona media, pero faltó que esas jugadas terminaran en gol. Bien parado esperó en el fondo la defensa de Petrolero, con un Camilo Ríos seguro y un recio Santos Amador, que por doble amarilla se fue expulsado a los 87 minutos tras una falta contra Minadevino.

Con uno menos se pensaba que todo sería más fácil y cómodo para Blooming, pero no fue así. Petrolero ofreció resistencia mientras estuvo entero. Poco a pocos, en una noche por momentos con llovizna, fue mermando el estado físico.

En el primer tiempo el arquero Flores manoteó al córner un balón que impulsó el zurdo Luis Hurtado desde lejos. Fue la jugada más clara de la visita, contra al menos tres o cuatro del local.

En el segundo, Blooming volvió a tener el control, pero el 2-0 tardaba en llegar y de rato en rato Petrolero inquietaba. En una, a los 85', parecía que Martínez anotaba de cabeza el empate, pero Coimbra se anticipó al español y alejó el peligro. Los hinchas apretaban los dientes porque se acercaba el final del partido y el 1-0 no era garantía.

Hasta que a los 91' apareció la magia de Joselito Vaca en una jugada contra Hurtado; hizo una pausa, se lo sacó de encima con un caño y habilitó el balón para que Manzano la mandara al fondo del arco. Era el gol de la tranquilidad, y con justicia.

Con el 2-0 todos podían irse a casa en paz, pero llegaría uno más. Sergio Almirón, que había ingresado a los 73' por Bargas, aprovechó un par de rebotes para marcar el 3-0, a los 94 minutos, y de esa manera asegurar los tres puntos. Merecido el triunfo de la academia, aunque con mucho sufrimiento