Las instituciones de Oriente Petrolero y de Blooming pueden ser multadas con 5.000 bolivianos, cada una, por los hechos bochornosos ocurridos en el clásico 171.
Parte de la barrabrava del equipo refinero ingresó bengalas al estadio y las encendió. El castigo se extiende al club celeste por ser el organizador del espectáculo y su obligación es garantizar la seguridad a todos los asistentes al campo deportivo. El partido fue accidentado dentro y fuera del campo de juego.
Los seguidores del conjunto albiverde hicieron caso omiso a la prohibición del ingreso y uso de juegos pirotécnicos y humo que prohíbe la Liga boliviana. Los desenfrenados hinchas perjudicaron a su club y a sus rivales. Además, ocasionaron que el partido se paralice por cinco minutos. El árbitro del partido, Óscar Maldonado, estaba muy molesto, a tal punto que amenazó con suspender el encuentro.
En las próximas horas se conocerá si es que las sanciones se hacen efectivas, pues el informe tiene que ser elevado a la comisión arbitral para después notificar a los clubes. Una vez más la actitud desubicada de algunos que dicen ‘amar a su club’ empaña la fiesta deportiva y causa molestia en aquellos que van al Tahuichi a ver fútbol.
Parte de la barrabrava del equipo refinero ingresó bengalas al estadio y las encendió. El castigo se extiende al club celeste por ser el organizador del espectáculo y su obligación es garantizar la seguridad a todos los asistentes al campo deportivo. El partido fue accidentado dentro y fuera del campo de juego.
Los seguidores del conjunto albiverde hicieron caso omiso a la prohibición del ingreso y uso de juegos pirotécnicos y humo que prohíbe la Liga boliviana. Los desenfrenados hinchas perjudicaron a su club y a sus rivales. Además, ocasionaron que el partido se paralice por cinco minutos. El árbitro del partido, Óscar Maldonado, estaba muy molesto, a tal punto que amenazó con suspender el encuentro.
En las próximas horas se conocerá si es que las sanciones se hacen efectivas, pues el informe tiene que ser elevado a la comisión arbitral para después notificar a los clubes. Una vez más la actitud desubicada de algunos que dicen ‘amar a su club’ empaña la fiesta deportiva y causa molestia en aquellos que van al Tahuichi a ver fútbol.